Había una vez, una pareja de alemanes que se enamoraron en una isla llamada Mallorca.Y supieron que algún día sus vidas acabarían entre olivos y limoneros, disfrutando de otro ritmo y recibiendo huéspedes en su acogedor hogar.
Dicho y hecho! Así fue como Yvette y Georg decidieron transformar una antigua casona mallorquina en un lugar donde la luz, la sencillez y la comodidad dieran la bienvenida a todo aquel que quisiera sumergirse en un oasis de paz por unos días.
Diseñamos 6 habitaciones, cocina, comedor y recibidor donde el común denominador fuera «sentirse en casa». Seleccionando materiales naturales como el lino para cortinas y ropa de cama, o vigas de madera antiguas con las que el artesano de @rootsmallorca elaboró gran parte de los muebles de cada estancia.
Rescatamos lámparas de carácter industrial que los propietarios guardaban con amor, para encontrar el equilibrio entre lo mediterráneo y lo urbano. Mezclamos piezas de mimbre con otras en madera y metal, buscando siempre trasladar la esencia relajada y divertida de los propietarios. La propia Yvette seleccionó parte de las obras de arte de Axel Kentsch que completan este encantador proyecto, donde lo importante es sentirse como en casa.